“Cuando recibí Cilice, mi olfato tuvo el sublime momento de interpretar su esencia, mi mente me transportó a una escena cinematográfica iluminada por el mejor director de fotografía, recreando la imagen de una procesión religiosa en medio del olor del incienso quemado, junto con el perfume de los más pasionales y carnales deseos. Cilice es lo mas puramente sensual, sublimemente prohibido que jamás mi olfato ha conocido. Gracias de parte de mis múltiples sentidos!!” – Ana Maria, Bogota, Columbia